No siempre uno se levanta pletórico de energía, buen humor o ganas de hacer todo lo que se le pone por delante, pero cuando este tipo de actitudes se convierten en rutina, pueden llegar a ser un gran handicap para un disfrute total de la vida. Siempre hay cosas que se pueden hacer para mejorar y sentirnos mejor, así que os cuento algunas de ellas para los que las queráis llevar a la práctica:
1) Conectar con gente, reforzar lazos
Conectar y establecer relaciones con amigos, familia, colegas de trabajo, vecinos, etc. En casa, en el trabajo, en la escuela, o donde paséis tiempo normalmente. Reforzar las relaciones personales refuerza los lazos y sistemas de apoyo, soporte y ayuda entre todos, y son la mejor inversión que se puede hacer a la larga.
2) Mantenerse activo
Dar paseos, hacer deporte, cuidar el jardín o el huerto, irnos a nadar, coger la bici, etc. El nivel de movilidad y actividad que llevemos está directamente relacionado con el nivel de bienestar que podemos sentir en nosotros mismos. El cuerpo se mueve, la mente se activa y se descarga de tensiones, problemas, preocupaciones.
3) Mantén activa la curiosidad y la observación
Se alguien curioso, interésate por cosas inusuales, presta atencion a los pequeños cambios, a las cosas que normalmente no percibes en tu día a día, echa un ojo de vez en cuando a las puestas de sol o a los arboles de tu parque, aprende nuevas cosillas que te resulten interesantes, fíjate como suceden las cosas alrededor tuyo, como los cambios van y vienen, integra nuevas experiencias, disfruta de ellas.
4) Sigue aprendiendo
Prueba cosas nuevas. Redescubre un viejo hobby o pasión. Apúntate a ese curso o taller, cómprate ese nuevo libro, ofrécete voluntario para hacer esa cosa que no has hecho nunca. Trata de arreglar algo que este roto o a cocinar un nuevo plato. Ponte un reto y disfruta consiguiéndolo, refuerza tu autoestima y tu propio valor viendo como eres capaz de mejorar y aprender nuevas cosas, y ponerlas en practica, siempre ademas disfrutando en el proceso.
5) Da y entrega
Haz algo por algún amigo, o incluso por un extraño. Da las gracias por cualquier cosa que te haya pasado. Sonríe y envía tu sonrisa a los que estén cerca. Echa un cable donde puedas, siempre que puedas. Tu felicidad y bienestar personal esta muy unido al del resto de tu entorno, es un circulo, una cadena, lo que puedas aportar hoy por aquí cerca, podrá llegarte a ti mañana a través del cualquier otra forma. La satisfacción personal por ayudar es inmensa, solo por eso ya vale la pena estar atento a oportunidades para hacerlo.