Mark Bustos se gana la vida haciendo cortes de cabello en un salón de Nueva York. Pero los domingos, en su único día de descanso en que puede alejarse de las tijeras, este sujeto sale a las calles con el objetivo de dar un poco de alegría y esperanza: ofrecer cortes de cabello y barba gratis a los vagabundos.
Casi siempre acompañado de su novia, Mark Bustos hace sus paseos dominicales acompañado de su kit de trabajo y siempre que encuentra a una persona sin hogar, pregunta si quiere hacerse un nuevo look. El también tiene como costumbre ofrecer algo para comer o beber mientras el peluquero hace su buena obra.
La ideo comenzó cuando Mark fue a visitar a su familia en Las Filipinas, en 2012. Allá, alquiló una silla y un salón para hacer cortes gratuitos a los niños desfavorecidos. De regreso en Nueva York, continuó con el proyecto (aunque a un público diferente) sólo fue cuestión de tiempo.
Cada domingo, seis habitantes de las calles se ganan un nuevo look, lo que impacta directamente en la autoestima de cada uno de ellos – un asunto delicado para quien vive en la marginación.
El corte de cabello que más lo ha marcado hasta ahora, según Mark, fue del de un señor llamado Jemar Banks. “No tenía mucho de que conversar durante el corte, hasta que le mostré como había quedado… La primera cosa que me dijo fue: ‘¿Conoces a alguien que esté contratando?’”.
Dale un vistazo a algunas de las buenas obras dominicales de Mark Bustos: